Un año después del nuevo Reglamento de Protección de Datos

Ya ha pasado una año desde que expiró el plazo para adaptarse al nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Como usuarios nos vimos bombardeados por cientos de correos electrónicos por parte de todo tipo de empresas y entidades solicitando nuestra conformidad.

Muchos de ellos no tenían por qué solicitar una nueva conformidad, pero estamos en la era de la desinformación, y junto al «por si acaso», y por ahorrarse unos euros de consulta legal a una empresa de protección de datos Madrid, pues ya tenemos el montón de correos en nuestro buzón.

Lo que quedó claro es que todo el mundo, desde el consumidor a las empresas, son conscientes de que Europa ha decidido protegernos protegiendo nuestros datos, y que eso ha supuesto un cambio en la forma de relacionarnos con las empresas.

Algunos procesos se han complicado y ya no nos queda más remedio que hacerlos de forma personal por cumplimiento de la normativa de protección de datos. Se han complicado tanto para el usuario como para la empresa.

En otros casos, el ciudadano se ha librado de un spam abusivo, a veces incluso sin ser consciente de ello. Aún queda coletazos de incumplimiento, sobre todo en empresas que no son españolas ni europeas y que no entienden o no les interesa el tema porque les supone un problema.

Pasado este año, parece que las cosas vuelven a la normalidad, pero ¿las empresas realmente se han adaptado? ¿cuánto les ha costado? La realidad nos muestra una adaptación algo superficial por parte de la pequeñas empresas y empresas que se dedican al comercio electrónico. Por sus características sus posibles incumplimientos suelen ser «menores», y al menos son conscientes de que existe una normativa que limita sus acciones con respecto a las comunicaciones con los usuarios, la toma de datos y la privacidad.

Para las medianas y grandes empresas y otras entidades, ha supuesto un quebradero de cabeza, un empleo considerable de recursos humanos y económicos para adaptarse y dar cumplimiento a la normativa en toda su extensión.

La existencia del Delegado de Protección de Datos, por un lado ha permitido delegar una responsabilidad en este tema aunque también ha supuesto una inversión para las empresas cuyo retorno es incierto aunque sea necesario.

Llegamos al día de hoy, y aparecen nuevos conceptos como la Evaluación de Impacto sobre la Protección de Datos (EIPD) que ya nos explicarán los expertos como Grupo Atico34 en qué consiste y a quién afecta.

No sabemos si este será el último ingrediente de la protección de datos de carácter personal en la Unión Europea o habrá más evoluciones de la normativa.

Lo que sí parece es que aún queda camino por recorrer, como por ejemplo en los derechos de propiedad intelectual que tanto afectan al mundo digital, con el famoso «Artículo 13» reconvertido finalmente en el «Artículo 17» de la nueva normativa europea relacionada que obliga a los canales de difusión a filtrar los contenidos para proteger a los autores.

¿Demasiada protección para todo o mejor prevenir que curar?