
Los principales errores de los emprendedores en temas legales
Artículo realizado por Josep Navajo, co-founder Delvy Law & Finance
En el momento en que una persona decide dar el salto y aventurarse en el peligroso mundo de los emprendedores, se encuentra en un entorno totalmente nuevo y desconocido para él. Por mucho que te hayas preparado para ese momento siempre van a aparecer situaciones que no habías contemplado y que tendrás que sortear para no perecer en el camino.
Con la finalidad de ayudarte en esta larga travesía por el desierto, vamos a detallar algunos de los principales errores que cometen los emprendedores y que vemos a diario en el despacho. Muchos de ellos podrían tener una fácil solución si os anticipáis al problema.
1.- Falta de comunicación/reflexión entre los socios. Pacto de Socios.
Uno de las decisiones más difíciles y que condicionarán la vida de la startup es la elección del equipo que va a liderar el proyecto y trabajar codo con codo durante varios años.
No obstante, el problema que nosotros mencionamos no es la elección en sí del equipo (que también tiene sus complejidades) sino, una vez seleccionado y cerrado el equipo, la reflexión interna de los socios del proyecto acerca de las motivaciones, implicaciones, responsabilidades, etc. de cada uno de ellos.
Es muy habitual que ya se haya registrado el dominio web, creado las primeras landing pages, optimizado la primera campaña de adwords pero todavía no se haya hablado de quien se dedicará full-time al proyecto, qué salarios tendrán los emprendedores, si alguno de ellos tiene que dejar su actual trabajo, si se realizarán aportaciones iniciales o bien se decidirá ir a buscar financiación etc.
Todas estas preguntas sin respuesta (y muchas más) tienen que realizarse previamente entre los miembros del proyecto para aclarar situaciones “conflictivas” en el futuro. Tienen que ponerse todos los argumentos sobre la mesa y llegar a un acuerdo antes de iniciar el proyecto.
Otro punto fundamental, una vez cerrados los acuerdos, es dejarlo por escrito. Para ello entra en juego el famoso Pacto de Socios, que viene a ser el documento donde se detallan todas estas respuestas a las preguntas planteadas y algunas de carácter más técnico (mayorías reforzadas, órgano de administración, sistema de transmisión de participaciones, resolución de conflictos etc.). Nuestra recomendación para este último punto es asesorarse correctamente con un abogado especializado en este tipo de documentos y situaciones (emprendedores fase seed).
2.- Registro de la Marca
No serás el primero ni el último que ha lanzado su proyecto con su nombre favorito sin plantearse las implicaciones que puede tener utilizar ese nombre en el mercado.
El “problema” es que es muy probable que otra empresa esté utilizando y, más importante todavía, tenga registrada una marca igual o similar.
Por tanto, es posible que hayas registrado el dominio, diseñado todo tu gama de productos, lanzado campañas de SEO/SEM, invertido una cantidad considerable de dinero en crear una imagen de marca y un buen día recibas un burofax indicando que estás infringiendo la marca de otra empresa, se te inste a cesar la actividad que estás realizando bajo esa marca, destruir todos los productos que contengan esa marca, entregar el dominio web, indemnizar con daños y perjuicios etc.
Estos días hemos visto como “Wallapop” está en plena guerra de marcas con la cadena de venta de ropa deportiva “Wala”, ya que esta última tenía la marca registrada previamente y argumenta que existe riesgo de confusión entre las marcas ya que son visual y fonéticamente similares y están registradas para la misma clase de servicios.
Nuestra recomendación, antes de aventurarte a comprar el dominio y desplegar todas tus armas para posicionar esa marca es realizar un estudio de viabilidad de marca, buscando marcas anteriores y similares que puedan ocasionar problemas y, posteriormente, registrar dicha marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) o incluso registrarla a nivel comunitario ante la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI).
3.- No realizar un filtro de incubadoras, aceleradoras, business angels, VC’s …
Para muchos emprendedores entrar en el programa de alguna incubadora, aceleradora o bien que invierta algún business angel de renombre es como entrar en el “Hall of Fame” y aceptarán todas las condiciones sin mirar la letra pequeña.
Nosotros consideramos que esto es un tremendo error. Lo primero de todo, recomendamos encarecidamente solicitar referencias sobre la incubadora/aceleradora o business angel en cuestión. El mundo emprendedor es bastante “pequeño” y siempre es fácil encontrar referencias. Quizá hablando con otros emprendedores te das cuenta que no es oro todo lo que reluce o que por vuestro proyecto/valores/aspiraciones no sois compatibles.
Tienes que tener en cuenta que la incubadora/aceleradora (si se quedan equity) o el business angel van a ser un socio más durante la vida de tu startup y que influirán de forma significativa en la evolución de la misma.
Una vez realizado el análisis y el “filtro”, si has encontrado al “partner” adecuado, tienes que revisar las condiciones de entrada de este nuevo socio. Cada vez son más (por desgracia) los casos a exigir a los emprendedores con condiciones desproporcionadas (para la fase de la startup) y que no se adaptan a la realidad del mercado.
Por tanto, recomendamos asesorarte legalmente para revisar las condiciones de entrada de estos nuevos socios y evitar firmar acuerdos que pueden condicionar el futuro de la startup y las nuevas rondas de financiación (como podrían ser derechos de veto, liquidation preference, porcentajes desproporcionados etc.).
Como podéis ver, existen muchas situaciones que pueden ocasionar conflictos en la startup, sin embargo, este artículo no está enfocado a desalentar a los emprendedores a iniciar su proyecto, sino más bien todo lo contrario, intentar promover el emprendimiento pero siempre con conocimiento de causa y tomando decisiones desde un correcto asesoramiento.