
Emprendedor fuerte VS Emprendedor poderoso
Artículo realizado por Jonatan Belarde Consultor de Desarrollo de Negocio – Grupo Urbegi
Por desgracia la mayor parte de nosotros formulamos nuestros proyectos bajo la premisa de nuestras capacidades puestas al servicio de unos (supuestos-esperados) resultados. Esta es una visión limitadora propia del emprendedor que piensa que el éxito de su proyecto depende de su fortaleza y de su constancia. Al menos esto es lo que nos han enseñado todos estos años. Lamentablemente las capacidades de una única persona (con una visión individualizada de sí mismo) son limitadas y raramente nos permiten cumplir con nuestros planes (¿no te suena esto de no cumplir jamás con tu plan de negocio?). La incertidumbre rige nuestras vidas lo mismo que la incertidumbre rige el mundo que conocemos en la actualidad.
El éxito de un proyecto depende del esquema de pensamiento que tienen las personas promotoras, y hay dos tipos de personas: quienes se obstinan con el resultado, o quienes se concentran en el proceso. Y estas a su vez se dividen en dos tipos: quienes basan su éxito en su fortaleza y capacidades, y quienes aprenden el camino del poder y la incertidumbre.
El proceso como motor de cambio
También te sonara eso de que lo único importante es el camino, aunque aún no conozco ningún emprendedor que logre apartar de su cabeza los objetivos, (en ellos están las alubias que ponemos en el mesa); pero sí es verdad que somos cada vez más los que abrimos la mente a que sucedan cosas. Cosas nuevas. Diferentes. Inesperadas. Cambios en la hoja de ruta. Cambios que para algunos suponen una situación de sufrimiento, mientras que para otros se convierten en una constante asimilada que celebramos y disfrutamos. Los cambios (sobre todo si son evoluciones permanentes) requieren una dosis muy grande de fé (sabiduría) y capacidad de adaptación. Para muchos de nosotros el cambio, la innovación recurrente y la incertidumbre se han convertido en el hábitat natural, y en este contexto es muy difícil “sacar” adelante los proyectos tan solo mediante la fuerza. La fuerza se gasta y te desgasta (los que han creado empresas saben lo agotador y desgastante que es), emprender un proyecto no es correr un sprint, es más como correr una ultra-maratón.
La cosa no va de gastar la fuerza en gestos heroicos para conseguir unas cuantas ventas, sino en ser capaz de aplicar la sabiduría, la serenidad y la colaboración para conseguir alinear otras fuerzas a tu proyecto.
En este contexto hay personas capaces de disfrutar con el proceso, personas que se rinden a este escenario de cambio, innovación e incertidumbre disfrutando de la experiencia que proporciona recorrer un camino incierto y lleno de sorpresas, y otras personas que con la mirada en los objetivos del final del camino pasan de largo por su proyecto (como si no fuera lo mismo que pasar de largo por su vida).
La vida es aquello que pasa mientras hacemos planes para el futuro.
¿Que hacen las personas poderosas?
Tanto las personas poderosas como las emprendedoras fuertes (que basan su éxito solo en la fortaleza) trazan sus planes, dibujan su hoja de ruta, cuantitivizan sus resultados. Pero mientras el emprendedor fuerte se ciega en los resultados (final del camino que nunca llega y raramente se cumple), el emprendedor poderoso marca la dirección para luego concentrarse con devoción en el proceso, lo único que permite a una idea prosperar adecuadamente. En el emprendimiento, más que en ningún otra disciplina, jamás se cumplen los planes trazados, en sí mismo es una contradicción. La vida y las circunstancias mandan, ¿por qué? Porque la persona emprendedora solo tiene una hipótesis que está tratando de verificar. Tal vez, y como mucho, una hipótesis de mercado y una hipótesis de propuesta de valor que habitualmente derivan en cosas diferentes a las proyectadas.
La persona que comienza una nueva actividad no sabe si el año siguiente facturará mucho o nada, ¿acaso lo saben con garantías los directores de una empresa consolidada? Cada vez menos. Las personas que se obsesionan con los objetivos y descuidan el proceso acumulan varios males:
- no aprenden nada, lo que les impide generar valor en futuros proyectos
- quemarán a quienes se encuentran a su lado ¡Todos han de ser conscientes de la empresa en la que se han embarcado!
- las experiencias representan traumas fuentes de infelicidad alejadas de la aventura que debe constituir un proyecto de emprendimiento
También es muy habitual que vayan dejando el camino sembrado de cadáveres y amigos enfurecidos. Cada proyecto que emprendan será como comenzar de cero. En Estados Unidos se tiene la buena costumbre de valorar positivamente al emprendedor por el número de fracasos acumulados (fracaso=experiencia) siempre y cuando se demuestre que la experiencia generó conocimiento. A las personas obsesionadas con los objetivos y que no disfrutan ni se concentran en el proceso (presente) es habitual verles trabajando en modo multitarea, enfrentando sin serenidad las dificultades y con palabras de queja con que eludir la responsabilidad de su gestión y sus actos. Rasgos inequívocos de falta de conciencia en proyectos de emprendizaje.
Que es el PODER para un emprendedor/a de proyectos
¿Que es para tí el poder? Para mí el poder es lo contrario de la fuerza. La fuerza es lo que hace, el poder lo que permite la acción. La fuerza es la obstinación en un rumbo, el poder la capacidad de adaptarse al rumbo que trazan las circunstancias. La fuerza es el empeño, el poder la aceptación. Fuerza es por ejemplo el acto heroico que hace un emprendedor de proyectos para que un puñado de personas crean en su idea. Pero…. ¿No es esta la cualidad más valorada en un emprendedor? Junto a la constancia, la insistencia, y la dedicación, la fuerza la situamos en el pedestal celeste de los emprendedores. Pero si profundizamos un poco…:
- ¿Por qué algunas personas (emprendedores, líderes, brillantes profesionales) consiguen lo que otros con el doble de esfuerzo y talento no logran?
- ¿Por qué a algunas personas es como si todo les saliese bien en la vida y a otras todo mal?
- ¿Por qué proyectos aparentemente iguales triunfan y otros fracasan?
- ¿Qué hay que hacer para entrar en un círculo virtuoso de aciertos y éxitos? (O salir del círculo vicioso de fracasos y frustraciones?)
- ¿Por qué, teniendo todo a tu alcance, no logras alcanzar tus metas?
Visto de este modo el mundo parece injusto. Pero el mundo lejos de ser injusto se rige por unas leyes que son iguales para todos. Hay personas que saben de la existencia de estas leyes y otras que no. Y de estas hay personas que saben cómo funcionan y otras que no. Y de estas algunas las aplican, mientras que otras no. Y de estas últimas, TODAS dan gracias porque dar gracias es uno de los actos más poderosos para que las cosas sigan ocurriendo.
El emprendedor de proyectos que lucha con todas sus fuerzas contra las leyes del universo (o al margen de) para llevar adelante sus proyectos engrosa el 90% de emprendedores que fracasan y hacen fracasar a las personas que les acompañan. Los emprendedores de proyectos que toman conciencia de las leyes que rigen la vida saben que son las circunstancias quienes determinarán el camino de sus proyectos, (que raramente acaban siendo lo que uno se imaginó que serían). Para el emprendedor de proyectos poderoso mucho más valioso que el final de una idea puesta en funcionamiento es la conciencia de haber transitado un camino, haber recogido los frutos de la experiencia, haber sentido la felicidad del momento vivido y el disfrute de los frutos cosechados, aunque hayan sido unos bien diferentes a los inicialmente previstos. Haberse provisto de nuevas competencias que le hacen mucho más valioso para el proyecto presente o para los futuros. De esto se trata: de adquirir valor. (¡Ojo! No todos estarán a gusto en este contexto de cambio permanente. Si hay otras personas en tu equipo sólo puedes ser franco con todos y puede que alguno abandone el barco).
El emprendedor fuerte empuja, convence, madruga, corre, iapreta los dientes; el emprendedor poderoso sonríe, agradece, cede, comparte, trabaja para el bien común y no solo para el beneficio propio, confía, aprende.
Emprendedor fuerte Vs emprendedor poderoso, la vida nos de la sabiduría para elegir por qué senda caminar.
Fuente de la imagen: photorack.net