Las siete preguntas que un emprendedor se debería hacer

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Artículo realizado por Ángel Sánchez Díaz, Director General de i-deals.

Los métodos “lean”, en distintos sabores y texturas, han monopolizado los enfoques de gestión para la actividad emprendedora. No es algo que cuestione, es un hecho y en otras ocasiones me he referido a las conocidas y valiosas aportaciones de Eric Ries, Steve Blank y otros autores (un buen resumen se puede encontrar en un artículo de este último en el Harvard Business Review, “Why the Lean Start-Up Changes Everything” (pdf), mayo de 2013). Sin embargo, nunca me ha convencido el pensar que, para cualquier actividad humana, hay una especie de verdad absoluta, una suerte de paradigma siempre válido. En eso incluyo a los modelos de gestión; en mi opinión, debemos cuestionarlo todo y estar siempre abiertos a nuevos enfoques, o no tan nuevos, que ensanchen nuestras miras.

Impulsado por estas ideas leí recientemente un libro de Robert Simmons, profesor de la Harvard Business School (“Seven Strategy Questions: A Simple Approach for Better Execution”), que me pareció especialmente interesante y aplicable a la gestión emprendedora. El libro en cuestión es muy didáctico y, como otros ejemplos del management made in USA, nos traslada verdades de grueso calibre de forma sencilla y directa. ¿Cuáles son esas siete preguntas ineludibles que nos debemos formular como emprendedores?:

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  1. ¿Quién es tu cliente principal? Sí, parece obvio, pero tener esto claro ayuda a saber donde apostar y optimizar los recursos, máxime cuando una start-up no tiene recursos excesivos. La necesidad de foco es clara y más de una vez me he sorprendido al ver con que facilidad se pierde el rumbo.
  2. ¿Cómo priorizan tus valores esenciales entre accionistas, empleados y clientes? A mí siempre me sorprende Fernando Francés, fundador de everis, cuando comenta que los empleados van antes que los clientes: “si tenemos que perder un proyecto por ser coherentes con nuestros valores orientados en las personas, lo perdemos”. Puede parecer radical pero es un criterio que ayuda a la toma de decisiones y lo que es más, define una línea de acción coherente que es la clave de cualquier liderazgo eficaz.
  3. ¿Qué variables críticas estás siguiendo para monitorizar el éxito de tu negocio? A veces nos sentimos sobrepasado por la cantidad de métricas que tenemos que seguir. Estas deberían ser pocas, cinco, siete, diez como mucho. Un conjunto reducido de métricas eficaces ayuda a tener foco, a alinear al equipo y dar la necesaria sensación de progresos, que es otro de los puntales de la motivación.
  4. ¿Qué límites o barreras condicionan tu estrategia? Yo este punto lo resumo en establecer las líneas rojas, aquellas barreras que no se deben cruzar. Por ejemplo, vender o no servicios; definir una estrategia de crecimiento pesando en ser comprados frente a aspirar a un liderazgo de mercado en un segmento determinado, etc.
  5. ¿Cómo estás generando la necesaria tensión creativa? En los negocios de nueva creación y de naturaleza emprendedora esto debe ir de serie. No obstante, todos nos acostumbramos a una rutina, da igual lo dura o exigente que sea, y la rutina es el enemigo de la innovación. Cierta “agitación” favorece la innovación que, como sabemos, requiere de una cultura creativa ya establecida, pero ese es otro tema.
  6. ¿Cuál es el grado de colaboración entre los integrantes de tu empresa? Un start-up es como un equipo de “Navy SEALS” operando en territorio enemigo: todos confían en todos, se cubren las espaldas, son de los mejores en su campo y la cadena de mando es muy plana. Debemos de actuar así, y eso implica una gran coherencia y unos incentivos que de manera inequívoca transmitan el mensaje de que la colaboración es clave y se premia.
  7. ¿Qué incertidumbres te mantienen despierto por las noches? Nos referimos a las pesadillas, los sudores nocturnos, ese nudo que se te agarran al duodeno y te fuerza al insomnio… A ver, no es que yo vea algo positivo en la angustia, pero si eres emprendedor te aseguro que tienes bastantes preocupaciones; manejas riesgo y esto supone gestionar incertidumbres que pueden tener un mal desenlace. Como decía Gilles Villeneuve, carismático piloto de fórmula 1 de los años 70: “Si los tienes todo bajo control es que no vas suficientemente rápido”. Cierta angustia bien gestionada es positiva, seguro.

Hasta aquí las preguntas que nos propone Simmons. Personalmente, os animo a que os las formuléis, seguro que es un buen ejercicio. Y os animo también a haceros una última pregunta: “¿No debería presentarme al Premio Emprendedores de la fundación everis, que hasta el 27 de marzo de 2014 está abierto?” Sí, no podía resistirme a recordároslo. Haceros las preguntas y me contáis.

3 respuestas a “Las siete preguntas que un emprendedor se debería hacer”

  1. Un artículo muy interesante, aunque como emprendedora no me he planteado 7 preguntas, sino ¿700?, ¿7000?. Como dice la RAE, emprendedor significa «Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas», así que lo de la dificultad parece que no se puede evitar.
    Un saludo